Esta perrita reacciona histérica al oír su propio pedo

A esta preciosa perrita pastor alemán le encanta estar tumbada en el sofá, como si fuera una auténtica reina y el resto del mundo sus súbditos. Aunque Lucy solo tiene siete meses, tiene un aspecto majestuoso, y lo último que se esperaría al ver a esta señorita tan digna y bonita es... ¡tirarse pedos!
¡Y un buen pedo además! Es la madre de todas las flatulencias. Pero, ¿qué se puede esperar de un animal tan aristocrático? Pues, claro está, que va a ser siempre sobresaliente en todo lo que haga.
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¿Y qué opina ella misma de su superflatulencia? ¡Esta reacción sí que es inesperada! La cara de sorpresa que tiene es magnífica. Parece decir, «¿Qué fue eso?»
Primero, se acerca al lugar del «crimen» porque, por supuesto, ella es demasiado fina para ser la culpable de tal acción. «¿Fui yo?», parece preguntarse.
Tras haberse cerciorado de que aquel estruendo (y mal olor) proceden de un lugar cercano, debe tomar una decisión. ¿Se queda o se va? ¿Y si al final no fue ella la responsable? ¡Igual fue el sillón!
En cualquier caso, decide que una criatura tan sofisticada como ella no puede quedarse en las proximidades donde se ha producido un acto tan escatológico. Así que se levanta...
y se larga. Igual es que ese sillón no es tan perfecto como parece. Especialmente si ocurren estas cosas cuando está tumbada ella misma.
Échale un vistazo al siguiente vídeo para ver su reacción histérica ante su propia flatulencia. ¿Quién sería capaz de echárselo en cara?
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Recursos Kayla Eggers